Como decía una compañera hace un par de días, menos mal que el final de curso es sólo una vez cada curso, porque prefiero el ritmo normal de clases que la agenda del mes de junio, con sus reuniones, evaluaciones, papeleos, memorias, brotes de ansiedad con los plazos establecidos por la burocracia, etc etc. Pero una vez he sobrevivido a todo esto, me encuentro montada en un bus rumbo a Madrid para asistir a las Jornadas anuales de arpa de la asociación española de arpistas, que mira q cuesta salir de casa dejando todo tal cual he terminado esta mañana pero merece la pena. Y es que el programa variado del fin de semana y las clases magistrales de Sylvain Blassel bien lo merecen, pero además está el aliciente de reencontrarme con mis compañeras de profesión, con las que estudie en el superior, y eso siempre se disfruta el triple.
Aquí os dejo el programa del fin de semana y ya os contaré a la vuelta.
